Músicos callejeros, olor de pollo en brasas y papas fritas, aroma de cerveza y fachadas imponentes recargadas con el polvo de la historia y las anécdotas, el centro histórico de Lima es uno de los atractivos turísticos más importantes del Perú.
El centro histórico, tesoro para la humanidad
El paso de los siglos ha dejado en Lima la huella de la herencia española y precolombina, así como una convulsa e interesante vida republicana. Aunque el área demarcada por la Unesco es más grande, para fines turísticos suele considerarse al cuadrilátero que forman la avenida Nicolás de Piérola por el sur, la avenida Abancay por el este, la avenida Tacna por el oeste y la alameda Chabuca Granda y el río Rímac por el norte.
Un buen punto de partida es el soberbio monumento al general José de San Martín, prócer de la independencia peruana. Una estatua de bronce, representando al militar a caballo, está situada sobre un monolito de granito blanco. En la base hay placas y una alegoría del escudo del Perú. Es un frecuente sitio de reunión y de protestas de corte social y buen inicio para pulsar la vida de la ciudad.
Al frente está el elegante Hotel Bolívar y varios edificios históricos. Desde la esquina noroeste inicia el Jirón de la Unión, llamado así por ser la vía expresa de comunicación con la plaza de Armas. Es una calle peatonal de seis cuadras de longitud, flanqueada por tiendas, restaurantes, centros de tatuajes, librerías, hoteles, iglesias y la casa del prócer chileno Bernardo O’Higgins.
Sobre el jirón Ucayali está el palacio Torre Tagle, con hermosos detalles churriguerescos sevillanos de influencia árabe. Es la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y puede visitarse. A pocos metros, en la esquina con el jirón Lampa, están los edificios de los bancos de Reserva del Perú y de Crédito. En el primero hay un museo donde se exponen objetos de la vida histórica de la nación.
Mención especial requiere el Convento y Basílica de San Francisco, por sí solo, Patrimonio de la Humanidad. Bajo la construcción, de estilo barroco, hay una intrincada galería de criptas y catacumbas que pueden visitarse. También vale la pena una visita a la estación Desamparados, donde funciona la Casa de la Literatura Peruana. Su techo de cúpula con vitrales es un espectáculo.
¿Cómo llegar al centro histórico de Lima?
El centro histórico de Lima está perfectamente conectado con toda la ciudad. Una buena forma de llegar es a través del sistema Metropolitano, bajando en la estación Colmena. Desde allí, y atravesando la plaza Democracia, se llega a la plaza San Martín.
Los taxis pueden acercarse al centro histórico, con excepción de los domingos cuando hay restricción de entrada vehicular. Muchas líneas de transporte público recorren las avenidas Tacna y Abancay, siendo buena opción para llegar.
Recomendaciones
La mejor recomendación en el centro histórico de Lima es el sentido común. Muchos turistas lo han recorrido llevándose solo un buen recuerdo. No cambiar moneda a los cambistas informales, estar atento con las pertenencias personales, y no caminar por calles y callejones escondidos es lo mejor.
Lleve zapatos cómodos, mangas largas, use protector solar y sombrero. Si piensa entrar a las muchas iglesias que hay en el centro histórico de Lima, tome en cuenta que podrán negarle la entrada si usa pantalones cortos o escotes pronunciados. Disfrute, Lima es una ciudad para vivirla y estará ansiosa y feliz de atenderle.
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